…. se dieron el «si quiero» Vane y Fran. Si como lo habéis leído, un escenario totalmente asturiano, lleno de magia donde el color verde predomina todo alrededor. Es la Finca Arbesú, a tan sólo 100 metros del Restaurante y con novedades que ellos han estrenado (estanque, estructura para el altar, decoración…)
Y si, llovió. ¿Y que mas da? Eternamente agradecida a esta novia, Vane, que me dijo dos días antes «quiero casarme fuera haga el tiempo que haga». Los deseos de los novios, se hacen realidad y así fue. Parecía que aguantaría pero finalmente, el orbayu de nuestra querida tierra llegó, pero no pasó absolutamente nada. Los invitados aguantaron de pie, con sus paraguas. La decoración floral, por Rocío, de Floristeria El Berrón, rústica destacando el color morado, fue perfecto para ver como Vane y Fran se unían, después de muchos años, en matrimonio. Hoy por hoy, digo, nada de irnos a los dichos de siempre para sentirnos mejor. Eso de «novia mojada novia afortunada» Si llueve no pasa nada, unos bonitos paraguas para los invitados y listo… no hay ningún tipo de inconveniente, en esta temporada, primavera-verano, de poder celebrar tu soñada boda en el exterior, sea donde sea.
Como os comentaba las flores fueron encargadas a Rocío, nunca había tenido la oportunidad de tener una boda con ella, codo a codo. Me gusto su trabajo, como se amolda, ya que me gusta participar en todo lo referente a la boda y no me puso ningún inconveniente y su relación calidad-precio está muy pero que muy bien. Tenemos mas bodas con ella, así que estoy muy contenta. Resulta todo mucho más fácil cuando existe una buena comunicación. Gracias Rocio.
Para la decoración, los novios me pidieron que algo rústico, asturiano y tonalidades de color morados. Este año habrá varias bodas rústicas, son lo mas demandado y que podemos ver también en revistas de modas. Ya sabeis, también las bodas se rigen por modas.
En este caso, nuestro paquete para la ceremonia, estaba formado por los fardos, la estructura para tapar el «altar», la megafonía, el oficiante, nuestra compañera Mercedes, el nuevo estanque, una mesita con dos sillas de forja, un arco de madera, un carrito de madera, todo ello adornado con flores divididos en varios puntos y que después también se aprovecharon para adornar el restaurante.
La novia, maquillada por Vanesa de Via Roma, de Pola de Siero, estaba preciosa. Se lo dije a ella y lo vuelvo a decir, acertó el 100% con todo el conjunto (vestido, maquillaje, peinado…)
Posteriormente, el aperitivo se servió en el comedor de la planta baja, y seguimos con decoración rústica y en las mesas de apoyo se usaron las mismas telas que recubrían los fardos para seguir con la línea.
Pintamos los servilleteros de IKEA, que son blancos, en marrón para seguir con la temática. El Buffet de Quesos y de Jamón, se ubicaron en mesas fijas y el resto de canapés a modo cocteil.
El sitting, de fardos y con horreos miniatura. Los nombres de las mesas fueron partes de un horreo.
Por supuesto, todo lo que usamos de papelería, fue en color morado.
Un rinconcito divertido esperaba a los invitados, para que cogiesen unas simpáticas chapas y creo que a penas quedaron. Javi Lobo, fue el encargado de la música del baile y también de amenizar el aperitivo, que puedo decir… éxito asegurado.
Los centros de mesas, handmade propios, con troncos y una probeta con una orquídea junto con las minutas, que en la parte delantera estaba una foto de un cuadro que hace algunos años pinto Vane y una mariposa en cada copa de cava, con un mensaje de los novios, recortadas y escritas por ellos. Adoro las manualidades y que las parejas se involucren de esa manera para sorprender a sus invitados. I love it 🙂
El menú compuesto por tres platos y postre, destacar la tarta de corte, una tarta de fondant para sorprender al novio, en forma de X-Box, la antigua color blanca, con el mando y todo, de bizcocho por dentro y relleno de limón, buenísima. De Azul Glacé.
Sobre las 23:30 horas, los novios empezaron a repartir sus detalles, jabones hechos por Vane con olor a chicle, abanicos, puros, botellitas de sidra, tapón escanciado… había un montón de cosas.
El baile comenzó junto con la barra libre, los cocteles, el photocall, candy bar… hasta las 5 de la madrugada. Y después los novios se dirigieron al Hotel Melia de la Reconquista de Oviedo, cortesía del Restaurante, donde les esperaba en la habitación una botella de champan y unas pastitas, que doy fe, hacen caseras y están buenísimas.
Como dijo una amiga de la novia, que les dedicó unas palabras en la ceremonia, Vane y Fran se quieren desde el primer día, llevan siendo felices muchos años, compartiendo los buenos y malos momentos y en este momento lo hacen «legal» pero no es una novedad para ninguno de los que estaba presente. Deseo de todo corazón, que la pequeña estrella que les brilla desde el cielo, les traiga lo mejor y una temporada llena de buenas noticias.
Que os parece la temática rústica para una boda? Os ha gustado las novedades de la Finca? Nos esperan muchas ceremonias civiles este año, decoradas de diferentes formas. Haber cual es la que mas gusta 🙂
Un abrazo,
María Arbesú
Muchas gracias al restaurante Arbesú por hacer de un gran día un día inolvidable y sobre todo a María, por su paciencia y atención, por dejarnos hacer de ese día nuestro gran día y permitirnos que a pesar de la lluvia yo tuviera mi capricho de la ceremonia al aire libre, un abrazo muy fuerte!
Gracias a vosotros. por confiar en nuestra empresa. Un placer haber participado en la organización y estar presente ese día, aunque sea al otro lado. Cuando te gusta tu trabajo, disfrutas sin importarte el número de horas que se debe dedicar y no hay mejor premio al final, que estas lineas que me acabas de dedicar Vanesa. MIL GRACIAS DE VERDAD.